¿Cómo nutrir tu piel desde el interior?

Su piel a menudo está reseca. La culpa es de los innumerables baños de mar y las repetidas duchas, pero también… del contenido de tu plato. Explicaciones.

A pesar de los tres tubos de crema líquida, tu piel sigue igual de seca. Nada sorprendente cuando se sabe que la hidratación de la epidermis no pasa (solo) por la cantidad de productos de belleza utilizados, sino también por el plato. “La piel es un reflejo de nuestra forma de vida y nuestra dieta”, dice la dermatóloga Nina Roos. Nos explica, en compañía de Caroline Gérardin, dietista nutricionista en París, cómo ciertos alimentos pueden nutrir nuestra piel y darle una segunda vida.

Pescados grasos, campeones de la hidratación de la piel

Como consecuencia de los excesos de las vacaciones, la piel suele carecer de agua. Afortunadamente, ciertos alimentos grasos pueden nutrir profundamente la epidermis: “Los pescados grasos como la caballa, las sardinas, el arenque, el salmón e incluso el atún enlatado son ideales para hidratar la piel. De hecho, son una fuente importante de omega 3, que son grasas buenas esenciales para el cuerpo”, dice Caroline Gérardin. Pero estos últimos también permiten “mejorar la firmeza de la piel, desempeñando un papel de barrera frente a los elementos externos”, añade la Dra. Nina Roos. Así, para aprovechar estos beneficios, consume dos raciones de pescado a la semana, incluida una de pescado azul.

Aceites, Almendras y Nueces

Otros campeones del omega 3: aceites de colza, linaza y nuez, y frutos oleaginosos de todo tipo. “Las vitaminas A y E que encontraremos en aceites, yemas de huevo, margarinas a base de semillas vegetales y semillas (almendras, anacardos, etc.) son necesarias para el organismo porque no puede fabricarlas por sí mismo. No solo promueven la elasticidad de la piel, sino que también la hacen más suave, luminosa y menos propensa a los famosos surcos secos”, dice Caroline Gérardin. Pero es importante no cocinarlos porque la mayoría de ellos, como la soja o el aceite de nuez, no soportan la cocción y durante esta liberan compuestos tóxicos. Por ello, lo mejor es comerlos crudos, como apunta la Dra. Nina Roos: “Incorpora a tu ensalada dos cucharadas de aceite de linaza, nuez o colza, para así consumir tu dosis diaria de omega 3”.

Un montón de frutas y verduras de colores

Las frutas y verduras juegan un papel fundamental en la tersura de la piel: “La vitamina A que contienen ciertas frutas y verduras de colores (como el melón, el mango, la zanahoria, el tomate e incluso las espinacas), permite que la grasa sea transportada a la epidermis y contribuye a su buena elasticidad. También ayuda a realzar el color de la piel, de ahí el efecto de brillo saludable de la zanahoria”, informa Caroline Gérardin. Pero ese no es el único beneficio de las frutas y verduras: “Son poderosos antioxidantes que ayudan a la piel a luchar contra los daños que sufre -como el estrés oxidativo- inducidos por el sol, la contaminación, el agua de mar…”, dice la Dra. Nina Roos .
Sin embargo, no tiene sentido considerar estos alimentos como una solución milagrosa para nutrir tu piel: “Debes comer frutas y verduras de colores a diario para aprovechar sus beneficios y mantener la juventud de la piel. Por lo tanto, es mejor mantener estos buenos hábitos a largo plazo”, agrega la Dra. Nina Roos. Y para integrarlos nada más sencillo: se aconseja alternar ensaladas de verduras crudas de colores (tomates, zanahorias) con postres afrutados. También tenga cuidado de no abusar de la vitamina A durante el embarazo, ya que puede provocar altas dosis de malformaciones en el niño. Una simple cuestión de equilibrio.

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