Deja de beber café cuando despiertes, te estás haciendo daño.

Ah… el café de la mañana… (y para los fumadores: el primer sorbo de café humeante acompañado de las primeras caladas del sacrosanto cigarrillo de la mañana). Muchos de nosotros no podemos imaginar prescindir de ellos. Pero según un artículo publicado en el diario alemán Die Welt, que se basa en el trabajo de un estudiante de doctorado de la universidad estadounidense de ciencias de la salud USU, este refuerzo matutino resultaría contraproducente si se toma demasiado temprano. ¿Por qué? Porque en determinados momentos nuestro cuerpo produce cortisol: “El cortisol es nuestra hormona antiestrés. Nos ayuda a estar en mejor forma y a despertar nuestros sentidos. Esta hormona es producida por el cuerpo exactamente entre las 8 y las 9, entre las 12 y las 13 y entre las 17,30 y las 18,30 horas.

Si se consume durante estos intervalos de tiempo, la cafeína entra en conflicto con el cortisol. Y tiene dos consecuencias negativas sobre nuestra forma, ya largo plazo sobre nuestra salud. Por un lado, aumenta la producción de cortisol, señala Die Welt (que se dirige a sus lectores en términos familiares): “Estresa nuestro cuerpo, y tú con él. Esta interacción te hace sentir más ansioso, más cansado y tiendes a ser más vulnerable en situaciones estresantes. En el peor de los casos, incluso aumenta de peso y, por lo tanto, aumenta el riesgo de tener diabetes. Nuestro “reloj interno” está fuera de servicio. Y también puede tener consecuencias negativas en nuestro sistema inmunológico”.

Obligado a beber más

Por otro lado, esta interacción de las dos sustancias activas tiene un efecto contraproducente: “Poco a poco desarrollas una tolerancia hacia esta sustancia estimulante. Por lo tanto, el efecto de la cafeína disminuirá después de un tiempo y te verás obligado a beber más y más café. Por lo tanto, lo ideal sería consumir café entre las 9:30 y las 11:30 y entre las 13:30 para madrugar. O, si puedes permitírtelo, levantarte tarde, después de las 9 a. m., para que puedas seguir disfrutando de esa taza de café ritual antes de emerger de verdad. Y si no te decides, siempre puedes renunciar al café, reemplazándolo por ejemplo con mate, achicoria o un chai de jengibre. Las alternativas son muchas e inspiran a las tradicionales revistas femeninas, solo tienes que ver.

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