Dormir en bragas te pone en riesgo

Irritaciones, micosis, cistitis… Tus bragas bien podrían causarte problemas si no te las quitas por la noche.
Un especialista en enfermedades infecciosas explica por qué hay que dejar respirar los genitales. Libera tu vulva. Este no es un mensaje feminista como el movimiento Libera el pezón, sino el consejo de un médico. “Por la noche, no te dejas el suéter ni los guantes puestos, no hay razón para dejarte las bragas. Al contrario, hay que evitarlo”, dice Jean-Marc Bohbot, infectólogo y andrólogo, autor de Microbiota vaginal: la revolución rosa (1). Ya sea que te gusten los pijamas de Mickey o los camisones de encaje, el profesional aclara por qué es mejor que no uses nada debajo de la ropa de dormir. Revisión de los riesgos involucrados.
Irritaciones
“Las bragas causan irritación mecánica por mucha fricción de la tela contra los genitales. Estos pueden ser muy desagradables, especialmente si la mujer tiene una vulva frágil”, dice el médico. Estas irritaciones pueden causar una sensación de incomodidad, picazón o ardor en sus partes íntimas.
Infecciones fúngicas
Para el infectólogo, el uso prolongado de ropa interior también crea un ambiente propicio para la proliferación de bacterias. “La ropa interior, especialmente la sintética, aumenta el calor de la vulva y retiene la humedad. Esto promueve el desarrollo de microorganismos como los hongos”. Claramente, si dormir en tanga no causará micosis, sin embargo, puede retrasar la curación si ya tiene una. En cuanto a las braguitas blancas de algodón orgánico, sin duda son más cómodas que el tanga de encaje, pero no más recomendables. “El algodón absorberá toda la humedad y creará sequedad vaginal”, dice Jean-Marc Bohbot.
Infecciones del tracto urinario
¿Propenso a la cistitis recurrente? Tienes mucho más interés en dejar caer tu lencería. “La ropa interior puede promover el tránsito de gérmenes que provienen del intestino, a través del ano o la vejiga, hacia la vulva y, por lo tanto, causar infecciones urinarias”, indica el médico.
Si estas advertencias son válidas para mujeres propensas a infecciones fúngicas recurrentes o cistitis, también son válidas para aquellas que nunca han tenido un problema. “No es porque no hayamos tenido preocupaciones que nunca las tendremos”, advierte el infectólogo. Su mensaje es claro: “libera tus genitales”.
Por lo tanto, a la hora de acostarse, puede usar un camisón, una muñeca o una simple camiseta para dejar respirar sus partes íntimas. Si no te haces a la idea de no taparte, puedes optar por pantalones de pijama amble o bóxers anchos, o incluso bóxers. “Los roces son menores, pero existen con este tipo de prendas”, advierte igualmente la experta.