El misterio de la intolerancia al gluten: magro o graso

La modificación genética de las plantas puede ser una causa. El trigo se ha modificado continuamente durante el siglo pasado para que sea más resistente a las plagas y sirva para hacer que el pan sea más atractivo para los consumidores. El trigo popular, buscado en el mercado, es el que contiene mucho gluten “bueno”. Los síntomas de la enfermedad celíaca son intermitentes y se desencadenan por la ingestión de gluten, incluso en pequeñas cantidades. Consisten en hinchazón, gases, malestar abdominal, diarrea. Con el tiempo, puede experimentar pérdida de peso, fatiga y astenia.
Gluten en cereales, un potencial enemigo de la salud
El trigo es la principal fuente de gluten, que a su vez se compone de glutenina y gliadina (proteínas de trigo). El gluten también se encuentra en el centeno, la cebada y posiblemente la avena. La función del gluten es retener el dióxido de carbono producido por la levadura, “engrasar” la masa y dar porosidad al pan. Un pan a base de trigo con buen gluten es más suave y, por lo tanto, más comercial. Por lo tanto, se han realizado serios esfuerzos en la industria para seleccionar el mejor trigo sin gluten, aunque no sea un trigo más nutritivo, al contrario. Los componentes básicos del gluten, especialmente la alfa-gliadina, pueden causar efectos tóxicos predispuestos genéticamente y que destruyen el sistema inmunológico en el intestino delgado, que forman la enfermedad celíaca.
Un factor que también parece jugar un papel negativo es el uso de almidón modificado como aditivo en los alimentos. Los pediatras han observado síntomas similares a la enfermedad celíaca en niños que han consumido dichos productos.
El gluten se utiliza mucho en los alimentos.
Se encuentra si leemos las etiquetas, en sopas, salsas, caramelos, embutidos o helados. A menudo se presenta en diversas pastas, complementos alimenticios, comprimidos medicinales y piensos para animales de granja. Además, existe una historia peligrosa en la que este gluten se contaminó intensa y deliberadamente con melamina y llegó a la alimentación animal y la fórmula infantil.
Algunos han cuestionado la posibilidad de una toxina ambiental que aumentaría la sensibilidad al gluten. Hasta la fecha se ha lanzado la hipótesis de un posible contaminante alimentario que daña el intestino, así como otras hipótesis (por ejemplo, el paso del gluten de la dieta en la leche de vaca), no comprobadas. Otros rumores dicen que se ha alcanzado un “umbral de saturación de gluten”, el umbral de exposición a demasiado gluten, que se añade como aditivo en los alimentos procesados y la pasta.
Tratamiento de la intolerancia al gluten.
El tratamiento básico de la enfermedad es la dieta sin gluten. Los cereales antes mencionados (principalmente trigo) deben evitarse de por vida. El almidón necesario se puede obtener de cereales sin gluten, como arroz, maíz, sorgo o mijo. Y la patata se puede utilizar sin ningún problema. Desafortunadamente, como señalé anteriormente, los pacientes con intolerancia al gluten también deben evitar los alimentos en los que se introduce como aditivo leyendo atentamente las etiquetas de los productos comprados.