Higiene íntima: estos errores que derivan en infecciones urinarias e infecciones fúngicas

Ciertos gestos aparentemente inocuos pueden debilitar la vulva y la flora vaginal. resultado? Irritación, micosis, infecciones, cistitis y otras molestias. Hacemos un balance de algunos errores a evitar.

Limpie de atrás hacia adelante

Cualquier ginecólogo te lo dirá: después de orinar, límpiate siempre de adelante hacia atrás. De lo contrario, corre el riesgo de migrar bacterias intestinales (colibacillus) a la vulva y sufrir infecciones. En lugar de frotar, sería mejor frotar el área con el papel higiénico.

Mantenga un tampón durante la noche

Lo sabemos ; mantener un tampón demasiado tiempo aumenta el riesgo de síndrome de shock tóxico. Como un tampón debe cambiarse cada cuatro horas, es muy recomendable optar por toallas higiénicas por la noche.

No orinar después del coito

Puede parecer romántico acurrucarse en los brazos del otro y quedarse dormidos inmediatamente después de tener relaciones sexuales, pero hacerlo aumenta el riesgo de desarrollar una infección urinaria. Durante las relaciones sexuales estás expuesto a diversas bacterias y los movimientos de penetración hacen que las bacterias coli suban por la uretra.

La regla de oro: orinar siempre después del sexo. Por supuesto, puedes acurrucarte en los brazos de tu amado después.

duchas vaginales

Algunas mujeres usan bulbos vaginales para limpiar el interior de su vagina pensando que es más higiénico. Están equivocados. La vagina se autolimpia. Si usa duchas vaginales para insertar agua y otros productos en su vagina, está interfiriendo con su ecosistema natural. La limpieza debe hacerse solo al nivel de la vulva.

Usa una toallita

Una toallita puede ser un verdadero nido de gérmenes. No lo use en sus partes privadas. Basta con pasar el chorro de agua de la ducha al nivel de la vulva, aplicar con la mano un gel de limpieza íntima y enjuagar bien.

Usa gel de ducha en las partes íntimas

Los geles de ducha o jabones diseñados para el cuerpo no son adecuados para tu flora íntima ácida. Especialmente si sufres a menudo de sequedad, irritación y vaginitis, elige un jabón o gel de tipo ginecológico con un pH básico de venta en farmacias. De lo contrario, busque un jabón de pH ácido para su lavado diario.

Usar protectores diarios con demasiada frecuencia

Promete mantenerte seco y fresco, pero puede tener el efecto contrario. Un panty liner no es tan aireado como una braga y la maceración de gérmenes puede provocar cistitis. Los desinfectantes y blanqueadores que contiene también pueden causar alergias e irritaciones. Use protectores diarios rara vez (solo durante la ovulación, por ejemplo) o intente cambiarse la ropa interior con más frecuencia. El mismo principio se aplica a las toallitas íntimas, deben usarse con la menor frecuencia posible.

Automedicación sistémica

Cada problema tiene una solución muy específica; si sufres de vaginosis el ginecólogo te recetará un gel que baje el pH, si es una micosis te recetará un antifúngico. Por lo tanto, cuando sufras de irritaciones, no te apliques ninguna crema en las zonas íntimas: mejor habla con un ginecólogo.

La navaja y la depilación completa

Los pelos tienen un papel; protegerte. La depilación integral te hace más vulnerable y propenso a infecciones. También se destaca el uso de la navaja; Los vellos encarnados, la irritación y los microcortes son problemas que puede causar la navaja.

Por último, no olvides que también debes elegir tus productos de higiene íntima. Prefiere aquellos en los que está escrito “dermatológicamente probado”, “alta tolerancia dermatológica” o “hipoalergénico”. Si es posible, utilice productos orgánicos.

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