Insuficiencia cardíaca: las mujeres aún están peor atendidas que los hombres

Esta enfermedad, causada por una disfunción del corazón, afecta a alrededor del 2% de la población. Y las mujeres no se salvan. Más del 50% de las hospitalizaciones por esta patología son mujeres, frente al 49% de hombres. Esto muestra una cuasi paridad en esta enfermedad bastante masculina en el origen. Por otro lado, en el lado del trato, ¡no es igualdad!

Un rápido recordatorio: el corazón es un músculo cuya función principal es bombear y enviar sangre a todos los órganos para satisfacer sus necesidades de oxígeno. Hablamos de insuficiencia cardíaca (IC) cuando ya no puede realizar correctamente esta función.

A diferencia del infarto de miocardio, las mujeres se ven generalmente tan afectadas como los hombres, en particular porque están expuestas a los mismos factores de riesgo (diabetes, hipertensión, exceso de colesterol LDL, tabaquismo, sobrepeso, etc.). Algunos estudios incluso reportan una ocurrencia un poco más frecuente en mujeres.

Hombre o mujer, los síntomas son prácticamente idénticos.

Las manifestaciones comunes son: dificultad para respirar (disnea), aumento rápido de peso, edema, fatiga excesiva. En las mujeres, debido a la aparición más tardía de la enfermedad, en ocasiones se añaden palpitaciones, dolor abdominal, malestar general, síndromes confusionales, etc., lo que explica un retraso relativamente frecuente en el diagnóstico.

“De hecho, en las mujeres, la enfermedad aparece unos diez años más tarde, entre los 70-85 años frente a los 65-75 años en los hombres”, explica el profesor Damien Logeart, cofundador del Observatorio Francés de Insuficiencia Cardíaca (FRESH).

En cambio, persiste la inequidad en la atención

Las mujeres recibirían menos atención que los hombres cuando fueran hospitalizadas por insuficiencia cardíaca aguda. Además, se les ofrecerían menos tratamientos farmacológicos o procedimientos quirúrgicos. “Probablemente se deba a su mayor edad y quizás a un problema de peor tolerancia a los fármacos”, especifica el cardiólogo.

Pero en general, el soporte está mejorando.

Las recomendaciones europeas de 2016 aclararon el lugar de los tratamientos (medicamentos, medidas dietéticas, ejercicio físico, prótesis rítmicas) y aportaron novedades, incluida la incorporación de una nueva clase de medicamentos eficaces (antagonistas mixtos de los receptores de angiotensina II y neprilisina) que reducen la presión arterial y previenen la descomposición de moléculas beneficiosas para el corazón.

Se puede vivir bien con patología.

En general, el análisis de los registros de pacientes destaca un mejor uso de los medicamentos. Por ejemplo, los bloqueadores beta prescritos para el 75% de los pacientes hace 15 años ahora se prescriben para el 90%. Lo mismo ocurre con los antialdosteronas, una clase de fármacos diuréticos que se ofrecen más ampliamente.

Hoy es posible vivir bien a pesar de la insuficiencia cardíaca, siempre que ésta esté bien controlada.

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