La falta de sueño cuadruplica el riesgo de resfriarse

Debido a que la falta de sueño debilita el sistema inmunológico, dormir menos de 6 horas por noche podría cuadruplicar el riesgo de resfriarse.

Las personas que no duermen bien tienen un riesgo cuatro veces mayor de resfriarse que aquellas que se benefician de largas noches de descanso, según un estudio estadounidense publicado el lunes 31 de agosto en la revista Sleep.

El trabajo se realizó con 164 hombres y mujeres, de 18 a 55 años, que aceptaron exponerse a los virus del resfriado. Los científicos registraron los patrones de sueño de cada uno de ellos.

Inicialmente, los sujetos respondieron cuestionarios durante un reconocimiento médico preliminar para que los investigadores pudieran tener mejor en cuenta ciertos factores como su estrés, su carácter o el consumo de alcohol y cigarrillos.

Luego, se midieron sus hábitos de sueño durante la semana anterior al inicio del estudio, para lo cual debieron permanecer enclaustrados en una habitación de hotel en Pittsburgh, en el este de Estados Unidos.

Allí, los científicos les dieron un rinovirus -uno de los virus del resfriado común- a través de gotas nasales y tomaron muestras diariamente durante una semana para ver si el patógeno estaba creciendo. De los 164 sujetos, 124 estaban infectados, 48 ​​de los cuales mostraban síntomas de un resfriado en toda regla.

Una noche de 7 a 9 horas sigue siendo la forma más efectiva de evitar un resfriado

Los resultados mostraron que aquellos que durmieron menos de seis horas por noche durante la semana anterior tenían 4,2 veces más probabilidades de resfriarse que aquellos que durmieron más de siete horas. Este riesgo incluso se multiplicó por 4,5 en los voluntarios que dormían menos de cinco horas por noche. Por el contrario, para quienes duermen entre 6 y 7 horas por noche, el aumento del riesgo es moderado, siendo este último solo multiplicado por 1,6.

“La falta de sueño fue el factor de diferencia más importante”, subraya el director de investigación Aric Prather, de la Universidad de California en San Francisco. “No importaba la edad de las personas, su nivel de estrés, su origen étnico, su educación o sus ingresos. No importaba si eran fumadores o no. Teniendo en cuenta todos estos parámetros, la cantidad de sueño fue el factor más importante, más importante”, agregó.

El sueño reduce ciertas defensas inmunitarias

Según los autores, el sueño ejerce un papel regulador sobre el sistema inmunitario, aunque el fenómeno aún está poco estudiado. Por lo tanto, la falta de sueño podría interrumpir la circulación de ciertas células inmunitarias, como los linfocitos, que normalmente tienden a migrar hacia los puntos de entrada de los patógenos a medida que avanza la noche. Los niveles de ciertas interleucinas, proteínas con propiedades antivirales, también caen después de la privación del sueño. Tantos factores que favorecen un proceso inflamatorio o una infección.

Sin embargo, la falta de sueño puede tener consecuencias mucho más graves que un simple resfriado. Estudios anteriores ya habían destacado los vínculos entre la falta de sueño y las enfermedades crónicas, la muerte prematura, el aumento del riesgo de enfermedad o los accidentes de tráfico.

En Francia, la deuda de sueño es un problema recurrente. Mientras los trabajadores duermen un promedio de 6,55 horas por noche, más de uno de cada tres duerme menos de 6 horas por noche, según la encuesta “Sueño y Transporte” realizada en 2014 por el Instituto Nacional de Sueño y Vigilancia (INSV).

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