Ser generoso hace feliz a tu cerebro

Dar activa áreas del cerebro vinculadas al sentimiento de felicidad, muestra un estudio publicado el martes, que sugiere que este mecanismo podría explicar los actos de generosidad.
El equipo de seis investigadores realizó un experimento en la Universidad de Zürich (Suiza), en el que anunciaron a 50 personas que recibirían 25 francos suizos (unos 23 euros) a la semana, durante cuatro semanas. A la mitad de los participantes, los investigadores les dijeron que este dinero era para ellos, mientras que a la otra mitad les dijeron que esa suma se gastaría en beneficio de otras personas.
En ambos casos, se pidió a los participantes que escribieran cómo pensaban que gastarían el dinero. Su “nivel subjetivo de felicidad” se evaluó mediante un cuestionario, luego respondieron preguntas mientras se observaba su cerebro por resonancia magnética (¿estarían de acuerdo en dar tal o cual cantidad a una persona determinada?).
Resultado: el grupo que se había comprometido a donar el dinero declaró un mayor nivel de felicidad que el otro grupo, a pesar de que la donación no se había realizado, según el estudio publicado en la revista Nature. Los participantes del primer grupo también fueron más generosos en el ejercicio de preguntas bajo resonancia magnética y su actividad cerebral fue más intensa en la zona del cerebro vinculada a la sensación de bienestar y felicidad, añaden los autores, de la Universidad. de Lübeck (Alemania), la Feinberg School of Medicine de Chicago y la Universidad de Zürich.
Se han planteado varias hipótesis para explicar qué puede llevar a un ser humano a sacrificar sus propios recursos en beneficio de otras personas, un comportamiento irracional desde el punto de vista de la teoría económica clásica. Algunos teóricos han argumentado que el regalo aumenta el prestigio del donante dentro de su grupo, o que mejora la cohesión y la cooperación, elementos esenciales para la supervivencia. Otros han sugerido que damos porque esperamos algo a cambio.
“Nuestro estudio proporciona evidencia conductual y neurológica de un vínculo entre la generosidad y la felicidad”, dicen los autores. Un resultado que podría tener implicaciones, mientras que “en la vida cotidiana, la gente subestima el vínculo entre generosidad y felicidad y exagera los beneficios del consumo”, añaden.