Sobrepeso: cómo tu cerebro puede sabotear tus ganas de volver a hacer deporte

NO TAN FÁCIL: un nuevo estudio estadounidense sugiere que, a pesar de toda la buena voluntad del mundo, a algunas personas les resultará más difícil perder peso mediante el ejercicio. En cuestión, una desregulación de la dopamina, un importante neurotransmisor que juega un papel en el circuito de la recompensa.

Está decidido. En 2017, dirás adiós a esos pocos kilos que te pesan. Y para lograr tus objetivos, has decidido (re)inscribirte en el gimnasio que, afortunadamente, está a la vuelta de la esquina. Ya no hay razón para estar desmotivado, piensas. Fue sin contar con tu cerebro que podría actuar. Según un nuevo estudio publicado en la revista Cell Metabolism, investigadores estadounidenses sugieren que una desregulación de los receptores de dopamina, debido a la comida chatarra, podría causar una falta de motivación. Un verdadero círculo vicioso.

El sobrepeso conduce a una actividad reducida

“Sabemos que la actividad física está relacionada con la buena salud, pero no se sabe por qué las personas obesas son menos activas”, explica la Dra. Alexxai Kravitz, autora del estudio, al Dailymail británico. el exceso de peso, que es físicamente incapacitante”. Pero esta teoría no satisfizo a los investigadores de los Institutos Nacionales de Salud (Estados Unidos). Para confirmar o refutar sus dudas, realizaron un experimento en ratones durante 18 semanas.

En detalle, un primer grupo recibió la denominada dieta “estándar”, mientras que el segundo tuvo que someterse a una dieta hipercalórica. A partir de la cuarta semana de investigación, los pequeños mamíferos pertenecientes a esta última podrían considerarse con sobrepeso.* Sin siquiera ser obesos, se volvieron cada vez más sedentarios.

Mecanismos biológicos implicados

Luego, los científicos buscaron la explicación de esta caída en la actividad en el lado del cerebro. Debido a que habían observado consecuencias similares en ratones obesos afectados por la enfermedad de Parkinson, exploraron la vía de los receptores de dopamina. Este neurotransmisor permite que la información fluya de una neurona a otra. Cuando se altera su producción o su circulación, la información no pasa correctamente.

Veredicto: la actividad del receptor D2 se altera en caso de sobrepeso. “A menudo citamos la fuerza de voluntad como la clave para la modificación del comportamiento, dice el Dr. Kravitz. Pero si no entendemos los mecanismos fisiológicos, no podemos decir que la fuerza de voluntad por sí sola es suficiente”. Dado que el 20% de la población mundial podría volverse obesa para 2025, existe una necesidad apremiante de comprender mejor los entresijos de la obesidad. Mientras tanto, tendrás que obligarte a mantener tu buena resolución.

Anotar : el IMC se calcula dividiendo el peso (en kilos) por la altura (en metros) multiplicado por la altura (siempre en metros). El equivalente de la fórmula: peso/altura².
Cuando el resultado es inferior a 18,5 hablamos de delgadez. Si está entre 18,5 y 24,9, el peso se considera “normal”. Entre 25 y 29,9, el interesado tiene sobrepeso. A partir de los 30 hablamos de obesidad y, a partir de los 35, de obesidad severa.

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