VITAMINA D3: Beneficiosa para el sistema inmunológico

La vitamina D es necesaria para el buen funcionamiento del sistema inmunológico, que es la primera línea de defensa del cuerpo contra infecciones y diversas dolencias, especialmente afecciones respiratorias. Esta vitamina juega un papel clave en la promoción de la respuesta inmune, tiene propiedades antiinflamatorias e inmunorreguladoras y es crucial para activar la acción del sistema inmunológico.
Cómo actúa la vitamina D en el cuerpo
La vitamina D tiene varias funciones importantes en el cuerpo, quizás la más importante sea el mantenimiento del funcionamiento normal del sistema inmunológico, así como la regulación de la absorción de calcio y fósforo.
La ingesta necesaria de vitamina D contribuye al crecimiento y desarrollo normal de huesos y dientes y proporciona una mayor resistencia a determinadas enfermedades.
Además, los estudios sugieren que la vitamina D puede desempeñar un papel importante en la protección contra las infecciones respiratorias, ayuda en el funcionamiento normal del sistema nervioso y es esencial para el desarrollo normal del sistema esquelético en niños y personas con osteoporosis.
Vitamina D y el sistema inmunológico
El sistema inmunológico protege al cuerpo contra los patógenos, actuando como un escudo de defensa mientras mantiene la auto-tolerancia. Las implicaciones de la deficiencia de vitamina D en el sistema inmunológico se han vuelto más claras en los últimos años gracias a estudios que muestran que, en el contexto de la deficiencia de vitamina D, parece haber una mayor susceptibilidad a las infecciones.
La vitamina D actúa como un “interruptor”, activando o desactivando los genes y procesos que nuestro cuerpo necesita para funcionar normalmente. La vitamina D y sus metabolitos actúan a través de receptores específicos presentes en varios tipos de células: óseas, intestinales, renales, neuronas, células del sistema inmunológico, etc. Los trastornos autoinmunes ocurren cuando el sistema inmunológico está confundido o demasiado estresado y comienza a atacar sus propios tejidos en lugar de los patógenos externos. La vitamina D previene esto al promover las células T, que son responsables de la diferenciación exacta entre los invasores externos y las células “personales”. Cuando la vitamina D activa está involucrada, estimula el sistema inmunológico y previene el desarrollo de enfermedades autoinmunes.
deficiencia de vitamina D
Esto puede suceder especialmente durante los meses de otoño e invierno, o cuando pasamos mucho tiempo en interiores. Puede causar trastornos del sistema inmunológico, predisponiendo implícitamente a infecciones comunes, pero también a enfermedades graves. Una deficiencia de vitamina D limita la absorción de calcio incluso cuando la dieta aporta cantidades suficientes de este mineral.
La vitamina D se sintetiza en la piel después de la exposición al sol. Es la única vitamina que produce nuestro cuerpo cuando se expone a los rayos ultravioleta del sol. Pero debido al estilo de vida actual, pasamos cada vez menos tiempo al aire libre, razón por la cual la suplementación es necesaria. La dosis diaria recomendada para niños y adolescentes es de 800 a 1000 UI según la edad y el peso corporal, y para mujeres y hombres es de 800 a 2000 UI según el peso corporal.
Para obtener las ingestas diarias necesarias, es posible recurrir a complementos alimenticios que contengan vitamina D., para aumentar la inmunidad y para el funcionamiento óptimo de todo el cuerpo.